Mudarse de una casa a otra siempre es un reto, pero eso no quiere decir que tenga que ser una pesadilla. Aquí te ofrecemos algunas sugerencias sencillas para conseguirlo con el mínimo de estrés y esfuerzo.
Considera todas las alternativas a tu alcance, como por ejemplo contratar los servicios de una compañía de mudanzas en lugar de alquilar un camión y hacerlo tú mismo. Cuando determines qué alternativa tiene más sentido para ti, compara los precios de varias empresas de mudanzas.
Poco antes del día en que tengas programada tu mudanza, llama a la empresa que contrataste o a la empresa de alquiler de camiones para mudanzas para confirmar que todo esté en orden para el momento en que lo necesites.
Prepara tu tarjeta de cambio de dirección postal por adelantado y envíala cuando sea apropiado. La oficina de correos, las compañías de servicios públicos, las empresas y las personas con las que tienes relación comercial, tu municipalidad, tus amigos y familiares... todos deben ser notificados de tu mudanza.
Empieza a ponerlo todo en cajas lo antes posible, concentrándote primero en lo que menos uses. En cada caja, indica claramente el contenido y la habitación en la cual debe ser colocada.
Haz un inventario de las cosas que apenas usas o que no usas nunca, y deshazte de todas las que puedas. Cuantas más cosas puedas desechar, menos tendrás que llevarte en tu mudanza. Cada cosa que elimines será una menos que acumularás en tu nueva casa.
Utiliza toallas y ropa de cama adicional para proteger aquellos artículos que se rompan con facilidad. Y cuando ya no te queden más, los periódicos son un substituto excelente. Escribe la palabra "Frágil" en todas las cajas que corresponda.
Coloca las cosas de valor y los documentos importantes (tales como joyas, certificados de nacimiento, los títulos de compra de vehículos, etc.) aparte en algún lugar seguro donde no se vayan a extraviar.
Cuando la casa esté vacía, regresa y haz una inspección final completa. Revisa los armarios, el sótano, el ático, las rendijas y grietas de todo tipo. Haz los arreglos necesarios para que otra persona haga el mismo tipo de inspección por separado.
Limpia tu casa nueva de arriba a abajo antes de la mudanza. Esta limpieza te facilitará el proceso muchísimo.
Decide por adelantado dónde quiere colocar los muebles pesados. Cambiar de opinión después que los ayudantes de la mudanza se han ido no es ningún chiste. ¡Especialmente para tu espalda!
Encuentra todos los fusibles, cortacircuitos, y válvulas eléctricas y de agua o gas. Haz una lista de las lecturas del contador y verifica los detectores de humo.
Elabora una lista con los números de teléfono de la policía y estaciones de bomberos locales, doctores, hospitales cercanos, etc.
Coloca una copia de esta lista cerca de cada teléfono.
Lo más importante es planificar, planificar y planificar aún más. Haz un itinerario con el que te sientas cómodo y después síguelo al pie de la letra. La preparación y la prudencia te ayudarán a mantener todo bajo control y a terminar con tu mudanza con tu cordura y tu sistema nervioso intactos.
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